SEMILLA AGUSTINIANA
Recibido
Mi Señor y Mi Dios. Mi salvador, mi liberador, mi sanador, mi luz, mi camino, mi única verdad, y mi sentido absoluto de mi vida, gracias por permitirnos a mí, a mi familia y seres queridos un nuevo día. No tengo nada que pague tu generosidad y tus bendiciones. Abro mi corazón para que me bendigas a mí y a los míos, a los buenos y a los no tan buenos, dentro de los cuales me cuento yo sinceramente. Aleja todo mal del cuerpo y del alma y únenos amorosamente en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y danos la Fe de María para decir hoy y siempre: hágase siempre tu voluntad en nuestra vida. AménSEMILLA AGUSTINIANA
Qué significa: No me toques, pues aún no he subido a mi Padre? Si no podía tocarlo mientras permanecía en la tierra, ¿iba a poder tocarlo una vez sentado en el cielo? Es como si le hubiese dicho: «No me toques ahora; me tocarás entonces, cuando haya subido al Padre». Recuerden la lectura de ayer, según la cual el Señor se apareció a los discípulos, y pensaron estar viendo un espíritu. Él, queriendo sacarles de tal error, se prestó a que lo tocasen. ¿Qué les dijo? Ayer lo leímos, y sobre ello versó mi sermón. ¿Por qué estan turbados y por qué suben esos pensamientos a su corazón? Vean mis manos y mis pies; palpen y vean. ¿Acaso había subido ya al Padre cuando les decía: Palpen y vean, prestándose a que lo tocasen sus discípulos; y no sólo a que lo tocasen, sino también a que lo palpasen, para producir en ellos la certeza de la verdad de la carne y del cuerpo, para mostrar la solidez de la verdad hasta al tacto humano? Se presta a que lo palpen las manos de los discípulos, pero a aquella mujer le dice: No me toques, pues aún no he subido a mi Padre. ¿Qué quiere decir esto? ¿Que los varones no pudieron tocarlo sino en la tierra, y que las mujeres tenían que tocarlo en el cielo, pues aún no he subido a mi Padre?P. Juan A. Cardenas
¿Qué es, pues, tocar sino creer? A Cristo lo tocamos con la fe, y es preferible no tocarlo con las manos y sí con la fe, a tocarlo con las manos y no con la fe ( Serm 246,4).
PALABRAS DEL SANTO PAPA FRANCISCO
Recibido
Y en el Evangelio (…) está el envío del Señor. El Señor se ha revelado como salvador, como el Hijo único de Dios; se ha revelado a todo Israel, al pueblo, especialmente con más detalle a los apóstoles, a los discípulos. (…) cuando se apareció a los Once, les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación» (Mc 16,15). Es la misionalidad de la fe. La fe o es misionera o no es fe. La fe no es una cosa sólo para mí, para que yo crezca con la fe: esto es una “herejía gnóstica”. La fe siempre te lleva a salir de ti mismo. Salir. La transmisión de la fe; la fe debe ser transmitida, debe ser ofrecida, especialmente con el testimonio: “Id, que la gente vea cómo vivís” (cf. v. 15). (…) ¿Cómo puedo estar seguro de que al salir de mí seré fructífero en la transmisión de la fe? «Proclamad la Buena Nueva a toda la creación» (Mc 16,15), haréis maravillas. Y el Señor estará con nosotros hasta el fin del mundo. Él nos acompaña. En la transmisión de la fe, siempre está el Señor con nosotros. En la transmisión de la ideología habrá maestros, pero cuando tengo una actitud de fe que debe ser transmitida, está el Señor ahí que me acompaña. Nunca estoy solo en la transmisión de la fe. (Homilía Santa Marta, 25 de abril de 2020)